III.- DEFINICIÓN DEL ABUSO DE MENORES

El abuso de menores ocurre de muchas formas y va de lo emocional a lo físico.

A.- Abuso emocional.-

La forma más común de afectar las emociones es a través del abuso verbal y la inestabilidad familiar. La agresión a través de palabras y actitudes no deja cicatrices físicas pero sí profundas huellas en las emociones. Se abusa emocionalmente del niño cuando es importunado con apreciaciones negativas de su persona; a través de la indiferencia como método de castigo; inestabilidad a causa de “padres” diferentes en el hogar, ser transferido de una familia a otra.

B.- Abuso físico.-

El abuso físico es cualquier cosas que se hace a propósito para provocar enfermedad, lesiones físicas, o la muerte de alguien. Esto abarca una serie de maltratos ue van desde la negligencia hasta el asesinato. La negligencia ocurre cuando los adultos dejan de dar a los menores las cosas que estos necesitan para sobrevivir y crecer. La causa de esta negligencia puede ser la depresión, el alcoholismo, la fármaco-dependencia, o la irresponsabilidad deliberada de parte de padres o tutores. Tales comportamientos obligan al niño a ocuparse de sí mismos y/o de sus hermanos. Muchas veces la negligencia produce una atmósfera de desesperanza, lo que a menudo es causa de otro tipo de abuso.

C.- Abuso sexual.-

El abuso sexual es la explotación de un niño (una persona de menos de 18 años) para la gratificación sexual de un adulto o una persona significativamente mayor que el niño (por lo menos 4 años o más). La explotación implica una desigualdad de poder entre el niño y el agresor en cuanto a edad, tamaño y a la naturaleza de la relación emocional. el contacto físico incluye la boca, los senos, los órganos genitales, y/o el ano.

Es una forma de agresión contra los niños cuya práctica crece constantemente en todas partes. El abuso sexual de niños incluye una variedad de conductos. Estas comprenden a su vez comportamiento s no violentos y carentes de contacto físico (el exhibicionismo), actos de violación.

Generalmente, el abuso sexual de menores no va acompañado del abuso físico o de la violencia. Por el contrario, el agresor utiliza su posición de amistad y/o de autoridad para aprovecharse de la confianza o dependencia del niño. Los abusadores sexuales tienen la tendencia a “lavar el cerebro” a los niños para convencerlos de que lo que les está pasando es “normal” y que no deben contar esto a nadie. (En el apéndice aparece una lista de amenazas común utilizadas por los abusadores sexuales de niños)

El abuso sexual de niños ocurre en todos los grupos socio-económicos y raciales. sus resultados son devastadores y numerosos, e incluyen los siguientes: pérdidas de amor propio, depresión y miedo, falta de confianza en los demás e incapacidad para establecer relaciones interpersonales sanas, confusión respecto de su propia sexualidad, comportamientos autodestructivos, y un sentido distorsionado de responsabilidad hacia los demás.

Generalmente, todo abuso de menores tiene efectos que perduran toda la vida. Los niños hacen frente de muchas formas a estas traumáticas experiencias. Algunos desarrollan mecanismos de defensa que les ayudan a convivir con los efectos del abuso, otros sufren constantemente. Sin embargo, ningún niño que ha sido víctima de abusos está exento de ser herido de una forma u otra. Para muchos, sin el sometimiento aun tratamiento serio de restauración, el daño es irreversible.